Hora Santa
Jueves 29 de mayo de 2025
Por las Familias

Canto: Venimos a adorar

Texto Bíblico:
Evangelio según Juan:
(Jn 16, 16-20).
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Dentro de poco tiempo ya no me verán; y dentro de otro poco me volverán a ver". Algunos de sus discípulos se preguntaban unos a otros: "¿Qué querrá decir con eso de que: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán, y dentro de otro poco me volverán a ver', y con eso de que: 'Me voy al Padre'?". Y se decían: "¿Qué significa ese 'un poco'? No entendemos lo que quiere decir".
Jesús comprendió que querían preguntarle algo y les dijo: "Están confundidos porque les he dicho: 'Dentro de poco tiempo ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver'. Les aseguro que ustedes llorarán y se entristecerán, mientras el mundo se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero su tristeza se transformará en alegría".
Palabra del Señor. Gloria a ti Señor Jesús.
Para meditar
Estamos en la Semana de la Familia y es importante que de verdad nos sintamos parte de ella, hemos pues reflexionado los temas: Los abuelos que transmiten sus raíces, su Fe como los primero evangelizadores en la Iglesia; tomar en cuenta que en la familia, el joven desarrolla su vocación para la contrucción de la iglesia sinodal. Ante Jesús Eucaristía queremos ponernos en su presencia para que sea Jesús que llegue a nuestros corazones, que se haga presente en nuestras familias...
Dios tiene varios caminos para que el ser humano se realice en el amor y se una a Él. Uno de ellos es el matrimonio. Este camino aparece con la creación del hombre sobre la tierra:
"Y creó Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, y lo creó macho y hembra; y los bendijo Dios, diciéndoles: Procread y multiplicaos, y henchid la tierra" (Gn 1, 27-28).
El matrimonio es una vocación o llamada de Dios a manifestar la unión y el amor fecundo de Cristo y de su Iglesia.
Cuando se habla de "vocación", se piensa inmediatamente en la vocación al sacerdocio o a la vida religiosa. Y, en realidad, eso no es exacto, porque se requiere también vocación específica al matrimonio y una vocación a un laicado comprometido.
Para el creyente el matrimonio no es solamente un signo y una obra del amor humano; es también un signo y una obra del amor de Dios. Esto es lo que ha ocurrido al elevar Cristo el matrimonio a la categoría de sacramento de la Iglesia.
Los esposos representan el amor de Dios a la humanidad y de Cristo a la Iglesia. En consecuencia, el hecho de casarse por la Iglesia exige amarse no sólo con amor humano, sino como Cristo ama a la Iglesia. Amándose de esta manera, los esposos se perfeccionan y se santifican. Esta es la "gracia" del sacramento.
El amor de Cristo a la Iglesia se actualiza en cada matrimonio y familia cristiana. Cada una de ellas es recuerdo, signo y anticipo del amor de Dios. Vivir conscientemente el matrimonio es vivir el amor y la gracia de Cristo; es optar por Jesucristo, como fundamento y sentido de la vida conyugal; es vivir una aventura de santificación y misión dentro de la Iglesia y de la sociedad.
MÚSICA INSTRUMENTAL PARA MEDITAR:
8. MOTIVACIÓN PARA ORAR:
Este es el punto central de la oración:
Se invita a algunos miembros de la Asamblea
o personas reunidas a expresarse en oración espontánea,
ya sea para alabar, dar gracias, pedir perdón,
este es un espacio para el encuentro personal
con Jesús en la Eucaristía.
Se invita a que pasen al frente
al pie de Jesús Eucaristía.

Peticiones:
Pidamos, a Dios padre, de quien viene toda bendición, para que colme de gozo y paz a todos los matrimonios y a cuantos estamos reunidos y digamos con fe:
Padre escúchanos
+ Por la santa Iglesia de Dios: para que sea rica en frutos del Espíritu Santo, conserve siempre el gozo, la paz y el amor y manifieste así al mundo la presencia de Cristo. Oremos.
+ Por todos los esposos para que el Espíritu Santo los llene con su gracia y haga de su unión un signo vivo del amor de Jesucristo a la iglesia. Oremos.
+ Por todos los hogares de la tierra, por todos los esposos, los padres y los hijos, por los ancianos y los huérfanos, por las familias que no tienen hogar o carecen de recursos necesarios y por los esposos que viven separados, para que el Señor los lleve a descubrir nuevos horizontes. Oremos.
+ Por todas las naciones y sus habitantes: para que la paz de Cristo se extienda a toda la familia humana y los gobernantes sepan subordinar sus ambiciones particulares y busquen el bienestar de todos. Oremos.
- Para que todos los que se preparan al matrimonio tengan conciencia de las exigencias de la fidelidad y del amor, y así puedan dar una respuesta firme al llamado de Dios. Oremos.
Todo esto te lo pedimos Padre de bondad que amas a tu Iglesia así como el esposo ama a su amada, y concede a todos los matrimonios unirse más en tu presencia, para que un día lleguen juntos a gozar de las promesas de tu salvación, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Canto: Himno a la Familia


14. BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
V.: Les diste pan del cielo. (T.P. Aleluya).
R.: Que contiene en sí todo deleite. (T.P. Aleluya).
Oremos:
Oh Dios, que en este admirable sacramento
nos dejaste el memorial de tu Pasión,
te pedimos nos concedas venerar de tal modo
los sagrados misterios de tu Cuerpo y de tu Sangre,
que experimentemos constantemente
el fruto de tu redención.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
R.: Amen.
Bendito sea Dios.
Bendito sea su santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo,
verdadero Dios y verdadero hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús
en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios,
María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios en sus Angeles y en sus Santos.
Concluida la bendición, el mismo sacerdote que impartió la bendición u otro sacerdote o diácono, reserva el Sacramento en el tabernáculo, y hace genuflexión.
Canto de salida: En los cielos y en la tierra
